Durante el verano es posible que los problemas para dormir bien se multipliquen. La temperatura, a veces, es demasiado alta. Otras veces el aire acondicionado provoca incomodidad, e incluso es posible que con las ventanas abiertas llegue más ruido del exterior, o que se cuelen los molestos mosquitos, tan típicos de esta época.
Y, sin embargo, dormir es un placer necesario. Durante el sueño el celebro se activa gracias al gran impulso eléctrico que recibe. Además, la presión arterial cae y se liberan las hormonas del crecimiento. Los músculos se relajan, el cerebro se resetea… Y todo influye en una mejor calidad de vida.
La Fundación Nacional del Sueño insiste en la importancia de un buen descanso que, además de por las temperaturas de verano, también se puede ver afectado por otros aspectos.
- Si se dan cambios en las rutinas habituales, como modificaciones en los horarios, en las labores cotidianas o en el trabajo pueden hacer que el ritmo natural del sueño se vea afectado. Esto se incrementa durante un viaje o si se están pasando unos días de vacaciones.
- La salud también es un factor fundamental. Padecer enfermedades crónicas o agudas hacen que el sueño sea difícil de coger, especialmente porque el dolor se incrementa por la noche.
- Cuanto más mayores son las personas, menos necesidad tienen de dormir. Está demostrado que las personas de la tercera edad tienen una reducción de horas de sueño, y que con seis les son suficientes. Tampoco se duerme con la misma profundidad ni con la continuidad de las personas jóvenes.
- Las mujeres tienen más problemas de insomnio que los hombres, luego el género también afecta a la conciliación del sueño.
- La salud mental es otro factor que tener en cuenta. Si una persona sufre depresión o ansiedad, es muy probable que también tenga insomnio. El hecho de no dormir es tan importante que una persona que ha sufrido alguna de estas enfermedades u otras puede recaer si no descansa lo suficiente.
- La vida y situaciones puntuales como tener un hijo reduce las horas de sueño durante una temporada. El estrés, sea por los motivos que sea, es uno de los peores enemigos de las horas de descanso que el cuerpo necesita.
Esto es lo que te aconsejamos para dormir bien
Te decimos primero lo que no debes hacer: café, té, bebidas estimulantes o consumir sustancias que activen el organismo de manera poco natural son enemigos naturales del sueño, pero no son los únicos. Las cenas copiosas, el consumo de alcohol o el tabaco impiden el estado de tranquilidad que se necesita para poder dormir bien.
Las pantallas y la luz también tienen que erradicarse antes de la hora de dormir, porque activan el cerebro y porque emiten una luz que dificulta el descanso.
Qué necesitamos para dormir bien:
- Que la habitación esté a buena temperatura, o incluso unos grados más fresca que el exterior o el resto de la casa. Y que no entre demasiada luz o se oiga un exceso de ruido.
- Hay sustancias naturales como la melatonina o el triptófano que ayudan a conciliar y mantener el sueño durante la noche.
- Si usas técnicas de relajación muscular, el cuerpo se predispondrá al descanso.
- Durante el día hay que mantener cierta actividad física, pero siempre varias horas antes de irse a la cama.
- Si te cuesta dormir por la noche, lo mejor es que no duermas durante el día ni hagas siestas, salvo casos de extrema necesidad.
Si no estás seguro de estar descansando como corresponde, podemos ayudarte a diseñar una tabla de ejercicios que te ayuden a llegar más cansado a la noche.