La moda se ha cebado en los pies, especialmente de las mujeres. Muchas marcas han convertido a los zapatos en auténticos instrumentos de tortura, que con la excusa de “para presumir hay que sufrir”, ha hecho, efectivamente, sufrir mucho a un sector amplísimo de la sociedad que, años después, padece las consecuencias.
¿Significa que los tacones son malos? No. ¿O que el zapato plano es lo peor? Tampoco. Todo depende de la persona y, si bien hay casos muy claros de zapatos que hacen sufrir a los pies, lo mejor es acercarse a un especialista y preguntar al respecto para impedir males futuros.
El calzado existe desde tiempo inmemoriales. Se utilizaba para proteger los pies de cortes y magulladuras, de suciedad y de infecciones. La historia del calzado es apasionante y recoge muchísimas anécdotas. Por ejemplo: antiguamente sólo se fabricaba el mismo zapato para el pie derecho que para el izquierdo, y sólo fue en 1818 cuando se empezó a hacer una distinción clara entre uno y otro.
Estos son los tipos de zapatos que hay que evitar, o a menos utilizar con moderación, para evitar el dolor de pies.
Este tipo de tacones desplazan el peso del cuerpo hacia los metatarsos, en la parte delantera del pie, una posición nada natural que, al cabo de las horas, produce o aumenta el dolor. Ir demasiado alta también provoca
Lo mejor es no abusar de las preciosas bailarinas y tener en cuenta un consejo que los profesionales de los pies siempre dan: si el zapato se puede doblar y meter en el bolso… no es un zapato adecuado y, si quieres lo puedes utilizar, pero en espacios muy cortos de tiempo.
Pero tal y como suele pasar, lo que es bueno para unos no tiene porqué ser bueno para todos. Este tipo de suela provoca un exceso de tensión en la musculatura del arco plantar, que puede derivar en lesiones de diversa consideración.
Si tienes alguna duda, ven a vernos o contacta con nosotros. Te aconsejaremos sobre el tipo de calzado más adecuado para ti y te ayudaremos a elegirlo.